Qué son y cómo funcionan las cadenas laterales

El primer concepto de cadena lateral o sidechain fue publicado en un paper académico el 22 de octubre de 2014 por Adam Back, el inventor de HashCash y actual CEO de Blockstream. También participaron algunos de los legendarios ingenieros de Bitcoin, como Matt Corallo, Luke Dashjr, el cofundador de Blockstream Mark Friedenbach y otros.

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Si bien muchos de los autores del documento desempeñaron un papel decisivo para desarrollar la idea de Satoshi Nakamoto sobre un sistema de dinero electrónico, se dieron cuenta de que todavía se podía mejorar si es que Bitcoin pretendía ofrecer servicios para una audiencia global. En concreto, esa idea de Satoshi Nakamoto se refería a la integración del mecanismo de consenso proof-of-work de HashCash en la blockchain de Bitcoin.

En el paper sobre cadena lateral, los autores destacaron que la infraestructura de Bitcoin de ese momento se enfrentaba a cuestiones entre la escalabilidad y la descentralización. También había preocupaciones sobre la privacidad y censura de Bitcoin, y se consideraba necesario contar con nuevas tecnologías que mejoraran la seguridad para que más personas comenzaran a adoptar a bitcoin (BTC) como moneda.

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Teniendo esto en mente, los autores expusieron lo siguiente:

“Proponemos una nueva tecnología: cadenas laterales vinculadas que permitan la transferencia de bitcoins y otros activos entre múltiples blockchains. Esto dará a los usuarios acceso a sistemas de criptomonedas nuevos e innovadores usando los activos que ya poseen”.

Una cadena lateral es una red de blockchain separada que se conecta a otra blockchain, llamada cadena principal o mainnet, a través de un peg bidireccional.

Estas cadenas secundarias tienen sus propios protocolos de consenso, lo que permite a la red de blockchain mejorar su privacidad y seguridad, y minimizar la confianza adicional requerida para mantener una red.

Un componente clave de las cadenas laterales es su habilidad para facilitar que el intercambio de activos entre la mainnet y la cadena secundaria sea más fluido. Esto significa que activos digitales como los tokens pueden ser transferidos de manera segura entre las blockchains, algo que hace posible que los proyectos expandan su ecosistema de manera descentralizada.

En términos prácticos, una persona que usa la red principal de Bitcoin necesita enviar bitcoin a una dirección de salida. Esta dirección puede ser una hard wallet, hot wallet o cadena lateral. Una vez que la transacción está confirmada, se transmite una notificación a través de la red de Bitcoin.

Tras una breve comprobación de seguridad, el bitcoin enviado es transferido a la cadena lateral, lo que permite que los usuarios puedan mover libremente sus activos por toda la nueva red.

Ahora bien, más allá de que suena muy simple, hay algunos componentes principales que ayudan a las cadenas laterales a funcionar eficazmente:

Las cadenas laterales fueron desarrolladas para facilitar la transferencia de activos digitales entre blockchains, independientemente de quién sea el titular de esos activos. Los activos digitales deberían poder ser movilizados sin ningún riesgo de contrapartida; es decir, ningún actor secundario debería poder impedir que la transferencia del activo ocurriera.

Para agilizar el ida y vuelta entre blockchains, se necesita un peg bidireccional, conocido en inglés como two-way peg. Para hacerlo un poco más gráfico, imagina un túnel con autos circulando en ambas direcciones.

Según el paper sobre cadenas laterales, un peg bidireccional se definiría de esta manera:

“Mecanismo por el cual las monedas son transferidas entre cadenas laterales. […] Una cadena lateral vinculada en una cadena cuyos activos pueden ser importados desde y devueltos a otras cadenas”.

En pocas palabras, un peg bidireccional permite que activos digitales como bitcoin sean transferidos de un lado a otro entre la mainnet y la nueva cadena lateral. Lo que es interesante es que la “transferencia” de un activo digital nunca ocurre; es decir, los activos no son realmente transferidos, sino que simplemente son bloqueados en la cadena principal mientras que el monto equivalente se desbloquea en la lateral.

Como resultado, cualquier operación bidireccional debe asumir que los actores o validadores involucrados están actuando honestamente. De lo contrario, se podrían realizar transferencias fraudulentas o detener las auténticas.

Para transferir activos digitales entre una cadena lateral y su red principal debe crearse un proceso fuera de la cadena; es decir, transacciones por fuera de la blockchain principal.

Como ya se mencionó más arriba, debido a que la transferencia de activos digitales entre una cadena principal y una lateral es imaginaria, estos activos se bloquean y liberan en cualquiera de las dos blockchains una vez que la transacción fue validada a través de un contrato inteligente.

Los contratos inteligentes se utilizan para asegurar que se minimice “el juego sucio” al obligar a los validadores de la red principal y lateral a actuar honestamente confirmando las transacciones entre cadenas. Una vez que la transacción ocurre, un contrato inteligente notificará a la red principal que se ha producido una acción.

Luego, el proceso fuera de la cadena transmitirá la información de la transacción a un contrato inteligente en la cadena lateral, lo que servirá como verificación. Tras esta comprobación, los fondos pueden ser liberados en la cadena lateral para que los usuarios puedan mover los activos digitales entre las dos cadenas.

Hay que destacar que este proceso puede ocurrir tanto de la cadena principal a la lateral como al revés.

Ejemplos reales de cadenas laterales de Bitcoin son Liquid Network y RootStock (RSK). Dado que las dos están vinculadas con la red principal de Bitcoin, solo son posibles actividades con moneda nativa.

Liquid Network es una cadena lateral de código abierto creada por Blockstream y construida sobre la mainnet de Bitcoin. Al utilizar las características inherentes de las cadenas laterales, el tiempo de descubrimiento de bloques de Liquid Network es de solo un minuto, mucho más rápido que los diez minutos de Bitcoin. Esto quiere decir que se pueden añadir hasta 10 veces más bloques en la cadena lateral que en la de Bitcoin. La red también permite que los usuarios hagan transacciones de activos digitales de manera más privada al ocultar el monto y el tipo de activo que está siendo movilizado.

Por su parte, RSK es una cadena lateral diseñada para ejecutar contratos inteligentes. Al utilizar RSK, bitcoin se bloquea en la mainnet y luego es liberado como smart bitcoin (SBTC), la moneda nativa de RSK.

Gracias a la eficacia de los contratos inteligentes de RSK, los usuarios no necesitan convertir su bitcoin en otros activos para hacer uso del contrato inteligente, lo que significa que es interoperable en otras redes de blockchains como Ethereum.

Las cadenas laterales tienen el gran potencial de expandir el alcance, la escala y la dinámica de la tecnología blockchain. A su vez, permiten que redes de blockchain antes aisladas ahora puedan ser integradas en un solo ecosistema común.

Desde una perspectiva macro, imagina una red universal de blockchain que consiste en muchas cadenas y donde cada una tiene su propio mecanismo de consenso, reglamentaciones y visión, pero que todas siguen siendo independientes entre sí.

La interoperabilidad entre cadenas facilitada por las cadenas laterales permitiría a los usuarios navegar sin problemas entre varios proyectos. Esta es la propuesta de valor fundamental de las cadenas laterales.

Este artículo fue traducido por Natalia Paulovsky.